El lago de Sanabria, también
conocido como lago de S. Martín de Castañeda, del Tera o de Villachica, se
localiza en el noroeste de la provincia de Zamora en las estribaciones de la
Sierra Segundera y dentro de los límites del Parque Natural al que da nombre
desde 1978.
El humedal y todo su entorno han
sido incluido recientemente en Natura_2000 en función de los valores
ambientales y paisajísticos que presenta en su entorno más próximo, y en gran
parte del valle principal. El lago está cerrado en su lado E por un arco
morrénico terminal y tiene una extensión en torno a 348 Ha, lo que le convierte
en el lago de origen glaciar más grande de la Península Ibérica.
El de Sanabria es el lago glaciar más grande de la Península Ibérica, con una profundidad máxima de unos 51 m y un volumen aproximado de 96,3 Hm3. |
Precisamente la excelente calidad de las aguas así como el excepcional atractivo que tiene el paisaje, con origen en la acción del glaciar, y la densa cobertura forestal de las laderas del valle principal se constituyen en su principal atrayente turístico. En este caso, la afluencia masiva está basada en turismo de esparcimiento y baño, y secundariamente de pesca deportiva y deportes de remo, por lo que el epicentro de toda la presión turística está ubicado en las propias orillas del lago. Con este fin hace décadas se construyeron varias playas artificiales de arena en las orillas sur y este, incluyendo la deforestación de las orillas y el aporte de áridos.
Motivada por tal afluencia de
visitantes se ha construido una amplia red de dotaciones y equipamientos para
el uso público, casi todos ellos ubicados en las riberas del río Tera y el
propio lago. Existían en 2003 instalados en el Parque Natural en total: 1
centro de interpretación de la naturaleza (CIN), 2 puntos de información, 3
camping, 5 merenderos, 3 refugios y 9 áreas recreativas. Actualmente los
equipamientos se han ampliado y existen más áreas recreativas y un nuevo CIN en
el acceso al espacio natural protegido. A todo esto debemos sumar además la
oferta de hostelería a pie de playa y de embarcaciones de alquiler, y también
la navegación particular deportiva, de turismo recreativo y paseo, y finalmente
de pesca deportiva.
La oferta disponible para
actividades de baño, pesca deportiva, navegación, ocio y paseo crece todos los
años por no disponer el Espacio Natural de un estudio de capacidad de carga que
permita establecer cupos de utilización del medio natural.
Todas estas instalaciones
añadidas a las segundas viviendas que ya existían en las orillas antes del boom
turístico, suponen una enorme trama de discontinuidades en la aliseda que se
asienta en la línea de costa del lago. Representan un intenso y difuso conjunto
de molestias para la fauna semi-acuática (presencia de personas y perros de
compañía en playas y sendas, arribada de barcas a cualquier punto de la costa,
ruidos asociados al ocio diurno y nocturno, etc.) y en sus inmediaciones
(carretera de tráfico elevado, incluso de noche; equipamientos de depuración de
aguas residuales, etc.).
Las cifras oficiales de
visitantes del Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores ofrecen una
balance desde hace más de una década superiores a 750.000 turistas/año, evolucionando
con tendencia creciente todos los años desde los 530.000 turistas/año estimados
en el año 1995.
Las cifras oficiales de 2015 han
sido superiores a los 600.000 turistas, recuperándose las cifras de años anteriores por el bajón debido a la crisis.
La importancia en el nivel de presencia de las nutrias en las vegas fluviales ha sido cuantificada a través de parámetros como la densidad de red viaria, la ocupación del suelo, la presencia de edificaciones, las actividades productivas o la densidad de población humana. Se ha comprobado la relación limitante del nivel de antropización con la ocupación y expansión por parte de la nutria en el S de Italia, en lugares con condiciones naturales potenciales superiores a los resultados.
Sin embargo, no se han realizado
estudios concretos para conocer la importancia que tiene la intensidad del uso
recreativo de un lago con presencia estacionalmente masiva de personas en ellas
en la compatibilización con la fauna ribereña. L. lutra es considerada como una
especie nocturna, de hábitos secretos, muy móvil en sus campeos, huidiza y por
lo tanto sensible a la presencia humana.
Dada la escasez de ecosistemas
lacustres de entidad en la Península Ibérica no se ha estudiado hasta el
momento la disponibilidad que ofrecen para Lutra lutra las orillas naturales de
una masa de agua amplia y profunda.
Debido a esta presión directa sobre los recursos acuáticos que utilizan las nutrias y sus presas, se planteó como objetivo conocer el patrón de utilización del lago de Sanabria por este mustélido, y su presunta relación con la masificación estacional de personas en las orillas. Así como analizar la influencia de la intensificación del turismo en las orillas con una perspectiva de 18 años de estudio.
Para ello se compara la tasa de
frecuentación (TF) de diversos tramos en las orillas del lago dentro de un sistema
fluvial ampliamente utilizado por la especie durante los dos periodos estudiados, inicialmente
en los años 1995 - 99, y también en 2014.
Los resultados de esta
investigación se han presentado recientemente en la siguiente comunicación al
XII Congreso de la SECEM (Burgos).
Se
estudió a través de recogida de indicios y fototrampeo la ocupación por Lutra lutra L. de las orillas de un
ecosistema oligotrófico profundo con buenos hábitats potenciales para albergar nutrias
en las orillas, pero de utilización intensiva por el turismo de verano como
lugar de ocio.
Se
encontraron diferencias significativas en la utilización mensual y estacional
de las orillas del Lago de Sanabria (NO de Zamora) por las nutrias, así como
variaciones interanuales con tendencia decreciente durante los últimos 18 años.
Se encontró una mayor presencia en épocas invernales y prácticamente un
abandono completo durante sucesivas campañas estivales. Mientras aguas arriba y
debajo del lago la población de nutrias se mantiene constante en toda la red
fluvial del Tera. Asimismo se detectó una mayor presencia de la especie en las
orillas de más difícil acceso que en las más próximas a las infraestructuras
humanas y a las zonas de baño y navegación. También se hallaron diferencias en
las comunidades de presas presentes en las zonas más frecuentadas por el
turismo.
Estos
resultados, con perspectiva de casi 2 décadas, podrían sugerir que la población
de nutrias del Tera no alcanza en el entorno lacustre su estado de conservación
favorable potencial debido a la intensidad de las perturbaciones motivadas por
la actividad turística masificada.
Comunicación en el XII COngreso de la SECEM (Dic-15 en Burgos) |
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